sábado, 12 de febrero de 2011

Un día super completo!

Los planes para el día de hoy empezaron si mal no recuerdo por ahí del miércoles. En un principio iba a ser una salida normal con un grupo de amigos tipo pic nic por el lado de Coronado. Lejos estaba de imaginarme que iba a ser un día en que iba a disfrutar tanto.

Eran apenas las 11 a.m. en el Parque de Coronado cuando la caravana se disponía a empezar a subir, y ya a esa hora se respiraba un ambiente super alegre. Obvio que también fue necesario hacer una parada obligatoria para comprar un par de heladitos caseros de esoos que se compran a la entrada de Coronado, justo antes del semáforo.

Primera parada, Lácteos San Miguel, donde pudimos conocer un poquito más el proceso de producción que quesitos maduros con un sabor profundo y con técnicas aprendidas en Suiza (y no la de Turrialba). Después de esta charlita educativa empezamos a hablar estupideces, el doble sentido y las tonteras empezaron a aflorar en las conversaciones, como generalmente ocurre... Admito que el burro de la finca ayudó a que el ambiente se desmadrara un toque.

Segunda parada...La Ponferrada. La finca de una gran amiga, que conocí por primera vez hace poquito más de dos años cuando en ella se ofrecían tours para niños y que les permitía conocer un poquito mejor todo el proceso de producción lechera. Hoy, sin embargo, el plan no era educativo sino 100% recreativo. Estuvimos viendo las vaquishas, tomandonos unos fresquitos relajantes para luego hacer un pequeñito recorrido por la finca, pasando por el puente colgante y subiendo la colina de un cerrito que nos permitía ver mucho más de la finca y el paisaje de la zona... buenísimo.


Tercera Parada (Obligatoria). Más o menos a la una de la tarde, ya a todos nos estaba pegado gritos la panza y era imperativo almorzar. Nos encontramos el Mirador El Viejo (no pongo el enlace porque dudo mucho que siquiera tengan interné) y fue ahí donde continuamos pasándola super bien, comiendo como descocidos, recibiendo atención de primera de nuestro nuevo amigo Chalo y de un paisaje, una brisa y de una compañía insuperable. Más de cuatro horas pasaron hasta que nos levantamos, casi sin poder caminar de la comilona que nos pegamos, de las carcajadas que se dieron, de las anécdotas, en fin... pasamos un rato extraordinario.


Como a las 6 p.m., después de ser testigos de un atardecer espectacular, cada quien empieza a buscar trillo para su casa, no sin antes empezar a reflexionar creo que la mayoría de los que fuimos parte de este día, que no se trata de estar en los lugares más de moda, de comer las comidas más finas o de conocer lugares exóticos los que hacen de jornadas como la de hoy algo memorable, sino más bien, de la buena compañía, de gente con la que te sintás identificado y de la belleza que encontrás en las cosas más simples lo que estoy seguro harán, para muchos de nosotros, que este día sea siempre recordado como uno... definitivamente muy bueno.

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