Tampoco es que quiera evitarlo... Simplemente estoy feliz. Las cosas van saliendo muy bien, en todos los aspectos.
Estoy en uno de esos momentos en que se encuentra respuesta a interrogantes que hay estado de alguna manera en la cabeza y que finalmente responden la pregunta: "para qué me han pasado ciertas cosas?".
Afortunadamente, como ya lo habrán leído algunos que me regalan sus minutos de vez en cuando y a quienes espero no haber defraudado cuando me leen, considero que el tiempo ha sido uno de mis mejores, sino el mejor de todos mis consejeros y un gran amigo. Una vez más, me lo demuestra y la paciencia que a punta de leñazos he ido adquiriendo, me confirma que no he estado del todo equivocado y que al seguir mi corazón y mi instinto, he venido caminando en la dirección correcta.
No se equivoquen, no crean que no he cometido una o mil estupideces en la vida... He cometido más de las que puedo contar y más también de las que me hubiera gustado, pero cada una de ellas me ha permitido llegar a un momento de tanta paz interior y tranquilidad de que ahí voy, caminando, despacito pero con buena letra, hacia el puerto que busco y consciente también de que ese puerto no es estático, sino que se encuentra permanentemente en movimiento, así que requerirá de constante adaptación de parte mía.
En todo caso, estoy feliz y eso es lo que al final de cuentas quería contarles hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario